lunes, 10 de febrero de 2014

El mar y la música, y la música y el mar

La música y el mar

 Gotas de música recorren mis venas ¿Para qué el lenguaje? ¿Para qué la pintura, el cine, el teatro? El único objetivo de cada uno debería ser el mío: alcanzar la plenitud, el clímax poético, llegar a conocer todos los estilos existentes e inventar los que todavía no están.
 Para algunos la música es un medio, para otros, un fin; para mí es el todo, perdería todos los demás sentidos sólo para conservar mi preferido.
 Intercambiaría mi alma por una oreja Barret. Daría mis Fenders a cambio de borrar mi recuerdo de tantos discos y poder así disfrutarlos por primera vez. Me sacaría las cejas para ser como Pinky. Secuestraría al mundo para poder viajar y escuchar los distintos sonidos del universo.
 Gotas de música recorren mis venas mientras preparo otra aguja y mi próxima canción, "Obsesión".

El mar y la música

 Las gotas de agua que caen de mi cara al mar no lo alteran en lo absoluto, pero me reconforta creer escuchar el sonido que cada una hace al ser absorbida por esa cosa negra y azul por la que avanzamos.
 Me gustaría ver peces, aves, tesoros, pero desde la oscuridad donde estoy parecería que tengo un sentido totalmente apagado.
 Y, sin embargo, ese silencio visual me susurra ideas y emociones, paz y locura, abandono y tristeza.
 Y, sin embargo, quién diría que si en este barco estuviéramos todos los hombres juntos, sintiendo lo mismo, no alcanzaríamos a subir el nivel del mar ni un ápice con el llanto de nuestros corazones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario