domingo, 4 de enero de 2015

Mundo de monstruos

 Amor necesitan incluso los monstruos. Estos, de dos ojos pero ocho piernas, lloran cuatro veces lo que un humano, y estas lágrimas cotizan alto en la bolsa por sus usos, desde abono hasta afrodisíacos.

 Por eso, en estos criaderos que se suelen ver desde la ruta, se suelen hacer de todo menos caricias.

 Ojalá pasara como con las vacas: un semi-piadoso ignorar hasta la muerte. Pero no, lamentablemente no es oro la carne de estos seres, sino su dolor. Entonces se escuchan (e incluso de noche) gritos espeluznantes, llantos, llantos que parecen de niño pero qué importa que ellos estén mal si nosotros estamos bien; qué importa que ellos tengan una vida de mierda si sus lágrimas son maquillaje.

 Y qué suerte que se trate de seres inferiores, de cerebro chico, casi definidos como seres no pensantes, que podemos lastimar al ser nosotros los reyes del mundo.

 Qué suerte que no suceda que el sufrimiento de un grupo de humanos haga feliz a otro. ¿Se imaginan cuan horrible sería el mundo si ciertas personas fueran emperadores y otras esclavos? Gracias a dios sólo lastimamos a monstruos; aguante este mundo perfecto que se aprovecha sólo de seres realmente inferiores.