domingo, 9 de marzo de 2014

Carta para Andy

Andy, viste que los cuentos de Cortázar parecen que estuvieran en una escala mayor, como si fueran una improvisación de cinco minutos, un soliloquio en Sol Mayor con ninguna segunda guitarra de fondo, y que finaliza con la nota de Sol. Ese clímax, esas últimas tres notas que muchas veces parecen una escalera al cielo, un orquestado E-F#-G y que nos dejan con una sensación orgásmica de bienestar y un amor incondicional hacia Julio es lo que uso para justificar mi clasificación de todas las canciones de Cortázar (o casi) en cuentos en escala mayor.
 Saramago hace algo parecido, solo que sus peroratas-capítulos son tan largos que si no termina con la tónica dan ganas de resucitarlo y pegarle un tiro.
 Para mí, sin creerme Cortázar (soy más joven!), también escribo en escala mayor, salvo tal vez el jugo de lúcuma que subí recién. Ese está en menor: termina medio de repente y no tiene mucho el sentido el final, ni el principio. Es un píccolo disonante y los espacios entre las frases hacen que parezca que la canción modula.
No sé, capaz el cuento o lo que sea que es no está en ninguna escala; tal vez sean solo palabras unidas entre sí.
 Capaz las historias no estén en un tono, y la música y la escriturs no tengan nada que ver. O, tal vez, sí.
Un abrazo,
Billy

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