domingo, 5 de febrero de 2012

El hombre

Con la cabeza casi pegada al inodoro, la frente cubierta de un sudor frío, el hombre vomitaba.
Vomitaba y se libraba de Rosa, de la frustración por no haberse graduado, del sentimiento de impotencia que muchas veces lo asaltaba. También se le iba un poco el vodka del cuerpo, mezclado con esa mina que lo había dejado, asqueada, a los 3 días de empezar a salir con él.
Tosió, y luego volvió a desechar su horrible extrañar su niñez que sentía por las noches, nadie le había dicho que la vida adulta era tan difícil.
Y mientras vomitaba la muerte de su viejo, dos lágrimas cayeron al agua.
Tiró de la cadena, se lavó la cara, y fue a buscar más bebida.

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