domingo, 27 de octubre de 2013

It

 Visitó el futuro y no volvió a ser el mismo. Allí los eventos se sucedían sin parar. Habían optimizado al máximo este lenguaje tan imperfecto que tenemos, quitándole todas las redundancias inútiles. Las oraciones se habían reducido al mínimo. Toda frase o gemido de amor se decía ahora con dos letras e incluso varios decires eran ahora el mismo.
 Naturalmente la primera ley de esta revolución había sido contra los chinos y su bello pero gigante y atrasado abecedario silábico.
 Todos los libros fueron reescritos y luego quemados sus originales. Sólo las palabras más importantes (Vida, Dinero, Poder, Perfección, Tecnología) fueron impresas y guardadas en museos. Ellas fueron las elegidas para se representadas cada una por una única vocal.
 Había aumentado la longitud de la vida humana y también cuántas ideas podía uno expresar durante ella. Los discursos duraban mucho menos tiempo; estaban prohibidas las exclamaciones y cualquier entonación que no hubiera sido ya reemplazada por una combinación de caracteres.
 Los poemas habían dejado de entenderse y casi todos se habían perdido o destruido. La mayoría vivía su vida en máxima productividad, pero cada tanto algunos locos lindos se juntaban clandestinamente con un viejo diccionario de la lengua castellana y se ponían a gritar y cantar las palabras más largas que encontraban, bajo la luz de una fogata más mental que física y el brillo de una lejana luna fría, metálica y conquistada.